jueves, 18 de diciembre de 2008

¿Hooligan o Casual?


El paso del tiempo y la enorme influencia que la cultura casual ha ejercido en las gradas inglesas ha llevado a confundir ambos términos como si uno fuera sinónimo del otro. Y esto no es del todo cierto. Mejor dicho, no es cierto que hooliganismo sea sinónimo de casualismo.Desde la aparición de la cultura casual en las gradas británicas, allá por los lejanos 70, la estética casual ha dominado dichas gradas, arrinconando a otras tendencias estéticas hasta casi excluirlas de las mismas. Pero el fenómeno hooligan no nace con la cultura casual, el fenómeno hooligan es anterior en el tiempo y los casuals no hacen más que involucrarse en dicho fenómeno. Es el fenómeno hooligan el que precede al casualismo y del cual surge éste, no al revés.Dentro del hooliganismo hay casuals, cierto. Los hooligans de más renombre se asocian o se han asociado a esta corriente estética, cierto también. Pero muchos son los hooligans ingleses que no están ni han estado interesados en lo que el casualismo se refiere; no se sienten partícipes de esta cultura ni tienen el menor interés en la misma. Y esto no es una mera suposición personal: basta con leerse alguna entrevista a personajes de renombre dentro de la historia del hooliganismo para comprobar que el culto por la estética les resbala directamente.Este es un fenómeno que se puede observar con más nitidez fuera de las islas, pongamos el caso de Polonia, donde la importancia del gusto por la estética es algo que aún no es palpable y se está bastante alejado de lo que es la cultura casual en sí.Parece una cuestión absurda, pero es preciso dejar claro que un hooligan no es necesariamente un casual. Pero y si hacemos la pregunta a la inversa ¿un casual debe ser necesariamente un hooligan?

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